VOLVERIA A SER MAESTRO

Si volviera a nacer, volvería a ser maestro.
Porque aunque algunas veces han herido mi orgullo
las calumnias sin nombre con sus filososas lenguas,
me ha devuelto la calma, la sonrisa inocente
de una cara chorreada que cada día me dice
¡Hasta mañana, maestro!
Volvería a ser maestro,
para sentir de nuevo la algarabía del grupo
con sus gritos y risas, sus ingeniosos juegos
sus pleitos, sus angustias, sus momentos de calma.
Volvería a ser maestro
sin importar las horas de trabajo y desvelo
pues me hacen ser más grande, para entregar completos
mi espíritu y mi alma a un corazón pequeño
que despierta a la vida.
Si volviera a nacer, sería otra vez maestro
porque mi alma se llena de mil satisfacciones
al saborear el triunfo de la misión cumplida.
Porque al ver hacia arriba, puedo mirar los frutos
del árbol vigoroso que alguna vez fue niño
y que llegó a mi surco como débil semilla
para luego partir a buscar su futuro.
Volvería a ser maestro
para gritarle al mundo lo que vale el apostol
que silenciosamente, con tezón cotidiano
edifica el futuro de nuestra heroica patria.
Volvería a ser maestro
para gritarle al necio que mi trabajo es digno
que puedo ir por la calle con la mirada al frente
y decir con orgullo, que mi voz y mis manos
mi mente y mi corazón; están formando voces
adiestrando las manos, modelando las mentes
¡forjando corazones!
Volvería a ser maestro
porque el maestro lleva la savia de la vida
al confin más lejano del mar y la montaña.
Porque el maestro entrega su sudor y su fuerza,
su alma y su esperanza, para que de ellos emanen
la fuerza y la esperanza de hoy y de mañana.
Volvería a ser maestro
para llevar la luz donde hoy hay tinieblas
para llevar el canto donde hoy hay silencio
para llevar la letra donde moran las sombras.
Volvería a ser maestro
porque me duele el yugo de nefasta ignorancia
que aprisiona a mi pueblo.
Porque sé que las letras, han sido y serán siempre
la fuerza redentora que derrumba barreras.
Porque no necesito del elogio comprado
cuando tengo espontánea, la sonrisa sincera
del pequeño que espera con ansias mi presencia.
Volvería a ser maestro
porque hoy soy maestro que entrega complaciente
poco a poco su vida, porque sé que con ella
se alimenta la vida, del futuro radiante
que anhelo contemplar.
Volvería a ser maestro
porque sé que mi esfuerzo, no es un esfuerzo en vano,
porque sé que mi voz, no es voz en el desierto,
porque sé que mis manos, levantan otras manos,
porque sé que mi mente modela pensamientos
porque sé que mi vida, da esperanza a otras vidas
porque sé que mis pasos abren nuevos caminos
porque mi corazón se reparte en pedazos
en la noble misión de formar corazones.
Volvería a ser maestro
porque estoy convencido de que en mis venas corre
incesante, a raudales, ¡vocación de maestro!
Por eso, si volviera a nacer
volvería a ser maestro.
JOSE DE JESUS VELASQUEZ NAVARRO
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